lunes, 7 de septiembre de 2009
the resistance
Matthew Bellamy
El líder de Muse platica con CM sobre su nuevo disco
La discografía de Muse se incrementa con cautela. “Es una desventaja no tener esa clase de presión”, dice el cantante y guitarrista Matthew Bellamy con respecto al ritmo de grabaciones que ellos han marcado.”Manejamos nuestro proceso de producción como mejor creemos conveniente”, continua el compositor principal de la banda originaria de Devon, Inglaterra. Pero más allá de los tiempos, se existe la libertad para crear intrincadas composiciones de hasta 15 minutos,como “Exogenesis”, la cual “resultó de haber trabajado durante años sobre tres canciones que las une el mismo puente”
A diferencia de sus discos anteriores, The Resistance ha generado una oleada de expectativas que ha crecido vía su sitio de Internet y Twitter. Semanas antes de su lanzamiento, el grupo obsequió un par de temas. Por un lado, el pos modernismo delirante a la Queen de “United States of Eurasia”; y, “Uprising”, primer sencillo que a su presenta “la inconformidad que sentimos en relación con un sistema financiero que, con la idea de controlarlo todo, termina por colapsarse”, afirma Bellamy en su ideología que retrata un escenario apocalíptico. “No es casual que además del estrés sea la paranoia una enfermedad común en todo el mundo, hacia donde mires el panorama es desolador”.
Este potente trío plasma, a través de las 11 canciones de su nuevo trabajo, fragmentos de una realidad innegable. “Por un lado están las letras sobre historias contemporáneas, que en su momento predijo George Orwell, del mismo modo nuestro interés musical en apuntar más hacia el futuro que a un sonido retro”, dice Bellamy. “Justo releí 1984 antes de empezara escribir las nuevas canciones y no pude frenar el impacto. Lo que escribió resulta más vigente que nunca, la ciencia ficción alcanza la realidad”.
The Resistance no sólo encierra una ferrea posición envuelta por crítica y desencanto, sino que además es el resultado de una serie de sesiones de grabación bajo circunstancias especiales. “Acondicionamos varias habitaciones que forman una especie de búnker dentro de una montaña en el norte de Italia; es uno de esos lugares en el que te sientes seguro y podrías sobrevivir en caso de un ataque nuclear. Fue más importante el registro de las ideas que surgieron en lugar de pretender la perfección técnica”.
Por Benjamín Acosta
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